El discipulado bíbilico

El discipulado, según la Biblia, consta del evangelismo de los inconversos y de la edificación de los santos. O sea…

  • Evangelizamos a los inconversos para hacer (“crear”) discípulos.
  • Edificamos a los creyentes para “hacer” (moldear) discípulos.

Muchos se equivocan creyendo que el discipulado viene después del evangelismo, pero según la Biblia no es así. El evangelismo forma parte del proceso de discipulado porque así es como se hace un discípulo. Uno deja de seguir sus propios deseos (se arrepiente de sus pecados) y empieza a seguir al Señor para obedecerle a Él (por fe). Por medio del evangelismo “se hace” un discípulo en el sentido de “crear” a un nuevo seguir (discípulo) de Cristo.

Por medio de la edificación, el creyente crece en el Señor. O sea, “se hace” un discípulo por medio de la edificación en el sentido de “moldearlo” a la imagen de Cristo.

¿Cuál es nuestro deber en el discipulado bíblico?

Nuestra misión de vida es muy clara en la Escritura y se puede expresar así: hacer discípulos (Mat 28.18-20). Y esto implica que Dios espera que…

  • Evangelicemos a los inconversos y
  • Edificemos a los creyentes.

Sin embargo, ¿cuántos de nosotros realmente nos sentimos “prontos” y preparados para llevar a cabo la misión que nuestro Señor nos ha dado? Siempre nos queda la duda: ¿Cómo lo hacemos?

El material del “Discipulado Bíblico” se diseñó para enseñarle esto. O sea, el propósito del material es el equiparle a usted para cumplir con su misión de vida.

¿Cómo se usan los cursos?

Todos los curso en este sitio son “auto-didácticos”, que quiere decir que se enseñan a si mismos, sin necesidad de más capacitación. Debido a esto, usted puede usarlo de varias maneras.

Primero, puede usarlo para su propia edificación en el Señor–puede estudiarlo solo para su propio crecimiento espiritual. Si esta es su meta, debe empezar en la primera página del primer curso y seguir estudiando–aprendiendo y aplicando–hasta que termine con la última página del último curso.

Segundo, puede estudiar el “Discipulado Bíblico” uno-a-uno o en un grupo pequeño. Cada participante puede hacer la lección durante la semana y luego todos comparten sus respuestas cuando el grupo se reune.

Tercero, se puede usar el “Discipulado Bíblico” para un ministerio de discipulado o para un instituto bíblico en una iglesia local.

Conclusión

Entonces, las posiblidades de cómo usar este material en su propia vida o ministerio son muchas. Sin embargo, en cada caso, la estructura del “Discipulado Bíblico” es la misma:

  • Empiece con la primera página del primer curso y siga estudiando (aprendiendo y aplicando) hasta que termine con la última página del último curso.
  • El mismo material lo llevará sistemática y metódicamente a través del proceso de crecimiento espiritual que es “el discipulado bíblico”.